martes, 3 de abril de 2018

ENCIENDE UNA VELA

César Platas Brunetti

Muchas personas se acercan a mi consulta tristes, cabizbajas, sintiéndose derrotadas por la vida y, lo que es peor, pensando que no tienen remedio y las cosas no mejorarán. A veces es difícil sacarlas del pozo en el que, algunas, se han metido a conciencia. Difícil sí, pero no imposible; siempre existe un margen de mejora en la vida.
Esto me recuerda a una parábola china sobre lo dicho:

  • Ya tengo setenta años (dijo el duque Ping de Jin a su músico ciego Shi Kuang). Aunque quisiera estudiar y leer algunos libros, creo que ya es demasiado tarde.
  • ¿Por qué no enciende una vela? (sugirió Shi Kuang).
  • ¿Cómo se atreve un súbdito a bromear con su señor? (exclamó el Duque enojado).
  • Yo, un músico ciego, no me atrevería (protestó Shi Kuang). Pero he oído decir que si un hombre es devoto al estudio en su juventud, su futuro es brillante como el sol matinal; si se aficiona al estudio en su edad media, es como el sol al mediodía; mientras que si comienza a estudiar de viejo, es como la llama de la vela. Aunque la vela no es muy brillante, al menos es, mejor que andar a tientas en la oscuridad.

 Y tú, ¿qué piensas de esto?


No hay comentarios:

Publicar un comentario